La Oración
Ilustración:
Cristina está teniendo algunas dudas acerca de la oración.
· A veces creo sentir que mis oraciones caen en oídos sordos. O como dicen algunas personas: “Solamente rebotaron en el cielo raso”. Digo, si Dios ya sabe todo, ¿porqué entonces tomar el tiempo de para y orar? Si Él está en control de todo lo que sucede, me pregunto entonces: ¿De que manera cambia algo esta oración?
· Y luego esto otro: Hay millones de Cristianos en el mundo. Y todos están hablando con Dios. Se hace difícil comprender cómo Dios puede escucharlos a todos y mucho menos contestar todas las súplicas. Yo quisiera solamente que la oración fuese algo más personal. Desearía que Dios estuviese realmente sentado allí escuchando.
· Me siento mal teniendo estos pensamientos. Supongo que debería tener más fe. Pero honestamente, esto es lo que siento.
Convérselo
¿Cuál es la mejor respuesta a una oración que usted alguna vez haya recibido?
¿Se siente usted igual que Cristina? ¿Por qué o por qué no?
¿Cambia las cosas realmente la oración? ¿Cómo lo sabe?
Si Dios ya sabe todo lo que pensamos, ¿Para qué orar entonces?
¿Cómo cree usted que Dios puede escuchar a todos sus hijos orando al mismo tiempo?
¿Por qué cosa quisiera usted orar en este preciso instante?
Compruébelo
Las escrituras revelan que a Dios le agrada escucharnos orar (Proverbios 15: y que se goza en contestar nuestras súplicas (Mateo 7: 11).
¿Sabía usted que Dios hasta es capaz de ayudarnos a orar? (Romanos 8: 26)
Aplíquelo
Jesús usó la expresión “vosotros pecadores” para comparar a los seres humanos, pecadores y llenos de fallas con el Dios perfecto y santo (Mateo 7: 11). Cristo nos está enseñando el corazón de Dios el Padre. Dios no es egoísta, avaro o tacaño, y no tenemos que suplicar o arrastrarnos ante Él cuando venimos con nuestro pedido. Es un Padre amante, que entiende, cuida y reconforta. Si las personas pueden ser bondadosas, imagínese cuán bondadoso puede ser Dios, el creador de la bondad
Secretos para padres
Este consejo lleva a una repetición: lleve una libreta de apuntes o un diario familiar de las oraciones contestadas. Un registro así cataloga la bondad y fidelidad de Dios y por lo tanto sirve como un gran estímulo para que su familia siga orando y confiando. Simplemente haga tres columnas: peticiones; cuándo se hicieron por primera vez; cuándo fueron contestadas. ¡las cosas se pondrán verdaderamente excitantes cuándo usted llene la primera libreta y tenga que comenzar con el volumen dos!
|